viernes, 16 de abril de 2010
LA VIDA DEL AKIBA GAMER COMO ENTRENADOR POKEMON
Muchos años han pasado desde que el fenómeno pokemon pegó en México. Siendo sus juegos una memoria de mi juventud, aún quedo intrigado en la forma en que las nuevas versiones te enganchan con nuevas experiencias y momentos de diversión. Empezé a jugarlo cuando estaba en secundaria, y tuve la oportunidad de disfrutar la versión Amarilla en mi Game Boy Pocket verde. Todos los bichitos virtuales eran mi comañía cuando no había otra cosa por hacer para evitar el aburrimiento. Tenía a mi equípo conmigo (incluyendo a Píkachu), enfrentando a los mas dificiles oponentes y venciendo a los temibles lideres de gimnasio. Sentí las primeras frustraciones de no poder vencer a la elite 4 y de no poder capturar facilmente a las 3 aves legendarias. Una vez terminado el juego, sentía realmente que era todo un maestro.
En la preparatoria, pude jugar Pokemon Gold. Jhoto era un nuevo territorio a explorar, y nuevos pokemon que atrapar. Esta saga fue una odisea para mí (en el juego, claro). La persecusión y captura de Entei, conquistar las 2 ligas, y la ultima batalla con RED. Pude convatir con otros entrenadores, quienes eran mis mejores amigos y con quien comparto buenos momentos de mi vida.
Pese a la gran decepció que tuvieron muchos fans al ver que las versiones de GBA eran incompatibles con las viejas versiones, seguía entrenando en viejas versiones, practicando, pero no era igual que en el pasado, se había perdido la magia.
Por fortuna, Dios escuchó mis plegarias. Mi padre me regaló la versión Rojo Fuego. Fue el mismo día en que participamos en un maratón de 5 km en Mazatlán. Fue cuando todo empezó a girar de nuevo, y la magia volvió. Empezando desde cero, desde las cenizas, reuní un nuevo equipo, sude la gota gorda y me esforzaba en el juego, entrenando y aprendiendo nuevos trucos.
Nuevos juegos llegaron a mis manos, y nuevos retos enfrenté. Con el tiempo, me volví un entrenador experimentado. Subí montañas escabrosas, surqué por grandes oceanos, sortee varios obstaculos, y mas. Conquisté las ligas de Kanto, Hoenn y Sinno. Vi a mis pokemon como mis mejores aliados, compañeros y amigos. Juntos enfrentamos nuevos retos: concursos pokemon, capturar legendarios, buscar tesoros, entrenar EVE día a día, criar huevos. Había experimentado muchas cosas desde la vez que empezé a jugar pókemon (en el juego, claro está).
Pero luego, al final, apagué mi DS y pensé. Reflexioné en todo lo que he hecho hasta ahora, en como he vivido, y el camino en el que estaba. Me di cuenta de que aún necesitaba mejorar en mi actitud y costumbres. Aún tenía pendientes por hacer, trabar duro, estudiar una carrera para el futuro, ser responsable. Ya soy practicamente un adulto, pero aún me pregunto porqué aún me facina pókemon.
Por fortuna, aprendí del juego múchas cosas (y también aprendi cosas de la misma vida real): Disfruta la vida al máximo, aprecia la vida tal cual es. Protege y cuida a todos los seres vivientes. Se mejor que ayer, entrena duro y sube de nivel. Haz amigos en tu camino. No seas mediocre contigo mismo, completa tus metas. Piensa con paciencia. La suerte te sonreirá en el momento indicado (tengo 3 shyni sin siquiera pensar en buscarlos). La vida tiene muchos desafíos, enfrentalos con honor y sagacidad. Aprende cosas nuevas. Cree en tí mismo y en tus habilidades. Persevera, tarde o temprano conseguiras tu objetivo. Corre como el viento. Observa e interactua con tu mundo. Se decidido y arriesgate. Y si pierdes todo, ten el valor para afrontar tus derrotas y empezar desde cero.
Aun sigo entrenando a mis fieles pokes: Venusaur, Masquerain, Mismagius, Gardevoir, Piplup, Lanturn, Flygon, Luxray, Magmar, Feraligator, Piloswine y otros. Aun hay mas ligas que conquistar en el futuro. Pero esta vez enfrentaré los retos de la vida real con alegría y espíritu.
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al leer esto me di cuenta porque mi pacion por pokemon gracias por volver a avivar la flama que tengo por esta saga que me acompaño mi enfancia y lo sigue aciendo no soy un adulto recien tengo 14 pero bueno ajjaja gracias por tus palabras
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